martes, 26 de abril de 2016

DOS SEGUNDOS QUE PARECEN UNA ETERNIDAD

Para Miguel Marco y Carla Domínguez, porque su conversación sin sentido me ha dado el título de la entrada. Gracias por ese momento absurdo y por los que vendrán.

Miles de voces suenan en mi cabeza. Siguen gritando, no paran, aumentan y no callan. Intenté distinguir la tuya entre todas esas (por eso de que dicen "una voz dulce relaja",pero me hizo ver lo solo que me tienes). Pensé en perderme por las calles de Londres, (bajo la lluvia para camuflar mis lágrimas con las gotas que resbalan por mi cara) pero no sé salir de tu pelo. ¿Es tarde para pedirte que me lleves a dónde pueda huir de ti?¿Y de mi? ¿Fue demasiado pronto el día qué te pedí cuidar de mí en tu regazo?

Digamos sencillamente que somos sol y luna. Dos seres destinados a vagar solos en el cosmos infinito alrededor de astros, en tu caso, que todo gire a tu alrededor. Solo en instantes fugaces nos cruzaremos. Seremos la casualidad más apreciada del mundo, luz y penumbra juntas. Día y noche fundirán sus cuerpos en un abrazo. Tan bonito para los ojos despreciables de la humanidad que jamás estarán preparados para ver ese momento. Tan bonito que ni tu ni yo creeremos que fue verdad y volveremos a ser dos en el universo.

Dos segundos que parecen una eternidad (maldita sea la relatividad, confunde a mi cabeza y le hace pensar que tus miradas duran horas, cuando apenas han caído dos granos de arena en tu reloj). Bastó con un par de míseros segundos para sentirme incompleto (sensación que tendré durante toda mi vida, esa vida que no durará más medio capítulo en tu historia), si hoy no tengo tu presencia. 


Elioth Campos

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