lunes, 14 de diciembre de 2015

Tu peón

El tiempo se escurre entre mis manos y no consigo la forma de pararlo. Sé que es un tema muy común y nada original, pero que más dará, si lo que quiero es desahogarme. Me pesan los párpados, en cambio prefiero seguir escribiendo que dormir. El por qué, no lo sé. Normalmente intento pensar en ti cuando necesito que mis palabras fluyan.

Hoy, no sé el motivo, ya no encuentro la forma de expresar lo que mi mente y todo mi cuerpo piensa al verte. Te diría que te quiero, pero me suena vacío. Las palabras te amo se han quedado cortas. Te juro que busqué por todo el diccionario la palabra que transmita lo que siento, aunque no la encontré. Eres el sueño que no consigo recordar, pero a la vez eres una pesadilla que de vez en cuando me mantiene en vela. En realidad tan solo estoy redactando por redactar, a lo mejor así me salga algo bonito que te pueda decir. Tal vez la musa eres tu, la que esta leyendo esto.

Te acercas, me tocas el hombro inocentemente, estás tan cerca que el olor de tu perfume hace que no deje de olfatearte, como un perro que busca un hueso. Sigues tocando mi hombro, se acelera mi corazón y mis orejas son lo primero que se ponen de color rojo. Por suerte o por desgracia, no lo sé muy bien, apartas tu mano de mi hombro antes de que me sonroje completamente. Me fijo en tu boca, en esos labios tan delicados y rosados, tan deseables. Bajo la mirada, y ahí se encuentra la estrella negra de tu piel blanca situada en tu barbilla, ese lunar tan bonito. Vuelvo a subir la vista para fijarla en tu nariz redonda y fina. Esas mejillas sonrosadas por el frío, quisiera acariciarlas ahora mismo. Tu mano rozó sin querer mi mano, era tan suave que solo pensé en agarrarla y abrazarlas con las mías.

Tan solo quiero secar tus lágrimas cuando llores, al menos así te agradecería que seas el motivo de mi sonrisa y mi alegría . Quiero ser tu manta en los días fríos, tu balcón en el que la luna se vea todas las noches, tu paraguas en otoño. Somos como un ajedrez en el que la reina es más importante que el rey y en el que el primer peón que daría su vida por ella siempre sería él. Aún así, sigo intentando echarte de mi mente, y no puedo, por qué es tan difícil existir sin pensar en ti. No te apartes de mi.




"No pensé que ese aire inocente me enseñase un mundo."


Elioth Campos.

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