Christopher Boone es un chico de quince años con algún tipo de autismo. Tiene una habilidad especial con las matemáticas y le gusta la literatura de Arthur Conan Doyle. Una noche, Wellington, el perro de su vecina, es asesinado, y Christopher se propone encontrar al culpable. A lo largo del libro, Christopher sigue distintas pistas que le conducirán al responsable. Durante su investigación, recibe la ayuda de personas que ya conocía y conoce a otras nuevas. También descubre cosas sobre él mismo y sobre su familia que ni siquiera se había planteado, y aprende a enfrentarse al mundo y a valerse por sí mismo.
Es un libro extraño, muy diferente a cualquier libro que haya leído. Es perfecto para entender cómo es la mente de una persona con un problema como el de Christopher. Te hace ver lo difícil que es el mundo para las personas autistas. Lo que para nosotros es un pequeño obstáculo, para ellos es un auténtico quebradero de cabeza.
Es una obra conmovedora, realista e intrigante. Es muy fácil de leer, y la recomiendo a todo aquel que esté interesado en comprender mejor el autismo y a las personas que padecen este trastorno.
Miguel Marco Martín
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