La película del año

Cuando vi el cartel de la película que habíamos elegido para ir a ver el fin de semana descubrí que estaba uno de mis actores favoritos junto con uno de los directores que más me gustan. No me la podía perder. Marte (The Martian), estrenada el dieciséis de octubre. Está basada en la novela escrita por Andy Weir en el 2011. La película está dirigida por Ridley Scott, y protagonizada por Matt Damon en la piel de Mark Watney, que acompañado de una tripulación de cinco personas más, se embarca en una misión subvencionada por la NASA, a bordo de la nave tripulada Ares III.
Una gran tormenta obliga a desalojar el planeta antes de lo esperado, pero ésta llega antes de lo previsto y, por culpa de unos escombros, nuestro protagonista queda inconsciente y el grupo le da por muerto. 
Mientras la Ares III lleva rumbo a casa y con su tripulación emocionalmente destrozada, Mark Watney se despierta y descubre que está solo, que la nave se ha ido. En su casco tiene una grieta y el nivel de oxigeno es crítico. Se fue rápidamente a cambiarse el traje en el campamento que habían montado previamente e intentó idear un plan para sobrevivir el tiempo suficiente  para que puedan rescatarle. 
Por suerte Watney es botánico, así que con arena del suelo marciano, agua del enclave y unas cuantas patatas que había encontrado allí, hizo algo parecido a un huerto dentro del campamento, y eso le salvó la vida, ya que no tenía comida suficiente para aguantar al regreso de la NASA. 
En la Tierra se dan cuenta que todavía queda alguien en Marte, así que suponen que es Watney y mandan de vuelta a sus compañeros sin haber alcanzado todavía su planeta. 
La vida allí, solo, no es fácil, pues la pared de su campamento se rompe, y la atmósfera marciana, al no tener el oxígeno necesario, provoca que sus plantas mueran. 
Watney va en busca de una nave de un viaje anterior, también de la NASA, a varios kilómetros de donde se encuentra, con ayuda de un vehículo terrestre, para alcanzar la nave de sus amigos  fuera del radio de atracción del planeta pues si bajaban a tierra, ya no podrían ascender de nuevo. El inconveniente es que la nave de Mark pesa demasiado como para despegar, así que tiene que retirar cinco toneladas de la misma, yendo “en un descapotable” al espacio, pero es la única posibilidad. En el viaje pierde el conocimiento, pero su tripulación está al cargo de su nave y logran traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra.
La película me gustó mucho, es una película que personalmente recomendaría para ver. El protagonista no se rinde a pesar de que tiene todo en su contra y ninguna posibilidad de sobrevivir, un ejemplo a seguir, un héroe, esto es algo que deberíamos hacer todos, no rendirnos ante nuestros sueños o nuestras metas.

Mario Modamio