Batman es un superhéroe creado por Bob Kane y Bill Finger
para la empresa norteamericana DC Comics, alter-ego de Bruce Wayne, quién
perdió a temprana edad a sus padres, razón por la cual, en la noche se
convierte en el murciélago justiciero, para que nadie más tenga que pasar por
lo que él pasó, y limpiar su ciudad de crimen y corrupción.
The Dark Knight Rises
era la película encargada de darle un gran final a esta épica trilogía del
Caballero Oscuro, dirigida por Christopher Nolan, y… ¡Vaya si lo hizo! Fue una
película que a la que no le importó la regla de que la tercera es siempre la
peor, rompió récords en taquilla y fue del agrado tanto de la crítica como de
los fanáticos del mítico personaje.
Después de los acontecimientos que tuvieron lugar en Gotham, el
carismático Bruce Wayne ha dejado el manto del
murciélago, tras ocho años de los acontecimientos que tuvieron lugar en Gotham,
por culpa del Príncipe del Crimen, más conocido como The Joker, y por ello,
ahora el justiciero es un hombre perseguido por La Ley.
Después de haber echado de la ciudad a los enemigos del
Caballero de la Noche, Gotham está limpia, aunque no durará para siempre. Una
nueva amenaza crece, y su nombre es Bane, inteligente y con una fuerza
sobrehumana, no dudará en acabar con quien se ponga delante y sembrará el caos
armando una bomba, con el propósito de acabar con lo que su padre empezó,
exterminar la ciudad del murciélago, para así acabar con el crimen organizado
de raíz.
La película cuenta con un elenco más que logrado, Christian
Bale interpreta a un Batman oscuro, reservado, solitario, pero muy astuto. Tom
Hardy nos muestra un villano muy a la altura. Y por último el distinguido
mayordomo de Bruce, Alfred a manos de Michael Caine, que borda la
interpretación
Es el cierre de una de las mejores trilogías
cinematográficas, y una de mis películas favoritas, porque hacía décadas que el
personaje no recibía la aceptación que merecía y Nolan lo supo hacer más que
bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario