Un joven está haciéndole un tatuaje a
una chica. Su trabajo concluye, cierra
la tienda y coge su bicicleta para volver a casa con su padre. Así comienza la película del año 2010, de
nacionalidad argentina, dirigida por Miguel Cohan e interpretada en sus
principales papeles por Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Martín Slipak, Luis Machín, Bárbara Goenaga y Ana Celentano.
Un pinchazo en una rueda de la
bicicleta, unas obras en la calzada desierta, un despiste de un joven conductor
estudiante de arquitectura, más pendiente de la noche de fiesta que le espera
que de la propia conducción, desencadena la tragedia. Atropella al ciclista y lo deja mal
herido. Son momentos de confusión en los
que no sabe si auxiliar al accidentado o dejarlo en la calle por miedo a la
acusación que complicaría su vida perfecta.
Decide hacer lo segundo y continuar la marcha. Ya no habrá retorno para él. Su familia, de clase media acomodada, le
ayudará para no ser acusado y a partir de allí todo va a ser remordimientos de
conciencia; y más cuando el herido, portada en los medios de comunicación,
fallece.
A la vez, otro conductor, artista ventrílocuo
de profesión y con una vida sencilla, tranquila y feliz, que pasaba por allí,
es acusado, por una serie de hechos fortuitos, del accidente. El padre de la víctima ayudado por el eco que
tiene en los medios de comunicación la noticia, y por magistrados ávidos de
resolver cuanto antes el caso, logra meter en la cárcel, injustamente, a este
último. Los años pasados en ella lo
marcan para toda la vida. A partir de
entonces ésta ya no será como antes. Tampoco
habrá retorno para él. Su único objetivo
será dar con el culpable de su pena para demostrar ante el padre y el resto de
la sociedad su inocencia. Lo consigue y
lo presenta ante este para que decida qué hacer con él.
Así finaliza el interesante film mezcla
de thriller y película policiaca, dejando al espectador con la decisión
final. ¿Qué ocurre con el joven culpable
del atropello?, ¿qué hace el padre con él y cómo enmienda el error?, ¿cómo
supera el falso acusado su paso por la cárcel? Son preguntas que quedan en el
aire para que las conteste el espectador.
Una película, en fin, soberbiamente
interpretada por Leonardo Sbaraglia (falso acusado) y Federico Luppi (padre de la víctima), en la que
todos los personajes son aparentemente buenos aunque las circunstancias nos
hacen dudar de su bondad; en la que los hechos que se producen son difícilmente
subsanables, y que nos hace pensar en lo que nosotros haríamos si nos
encontrásemos en la situación del culpable.
https://youtu.be/vRK8PmhMWFE
https://youtu.be/vRK8PmhMWFE
GUILLERMO GRACIA SANCHÓN
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