Así empezó el pasado sábado el primer concierto de la gira europea de Bruce Springsteen. En esta gira, el mítico cantante y su grupo, la incombustible E Street Band, conmemoran el 35 aniversario de su disco The River, trabajo que lanzó a Springsteen a la fama mundial.
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Nacido para correr, el rockero estadounidense nos deleitó con un mastodóntico recital de casi 4 horas de duración, en el que dio un repaso a toda su discografía. Desde clásicos inmortales hasta joyas más recientes, el repertorio no pudo ser más completo. Más de una treintena de canciones en las que no faltó de nada. Bruce tuvo tiempo incluso de homenajear al recientemente fallecido Prince interpretando su éxito Purple Rain.
En un momento de la noche, el músico se dio un paseo entre el público y recogió varias pancartas, en las que la gente le pedía canciones, y cantó algunas de ellas. Y en la canción Dancing in the dark sacó a dos jóvenes chicas al escenario a bailar.
Vertiginosos solos de guitarra y de saxofón, preciosas melodías de piano, violentos ritmos de batería... Todo ello liderado por la profunda y eterna voz de Bruce. Nadie pudo resistir la fuerza del torrente de música y emoción que Bruce Springsteen había traído consigo. El cantante y su banda también actuaron el martes 17 en San Sebastián y estarán el sábado 21 en Madrid.
Desde luego, un impresionante, emotivo e histórico espectáculo que nos dejó a todos sin aliento. El estadio tembló hasta sus cimientos. Bruce Springsteen demostró una vez más que, en esto de la música, él es el jefe.
Miguel Marco Martín
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