La autora nos narra la llegada de Eneas a Cartago, huyendo de la guerra que se ha librado en Troya, versionando el cuarto libro de la obra de Virgilio, La Eneida.
Eneas ha naufragado, y junto con su tripulación, llega a las costas de Cartago, ciudad recién fundada por la reina Dido. Ninguno tarda en darse cuenta de que tienen mucho en común, ambos son reyes, viudos y han dejado su tierra tras de sí.
Gracias a Eros, dios del amor, todas estas circunstancias les acercarán el uno al otro, pero el agitado ambiente que se vive en Cartago, harán difícil su relación.
Junto a la trama principal, existe otra trama ajena, algo más breve, donde Virgilio, escritor de La Eneida, pasea por las calles de Roma. El poeta no se siente cómodo con el encargo del Emperador, escribir una epopeya que narre la fundación del Imperio.
La novela invita a pensar sobre la pérdida, ya sea de un ser querido, de tu hogar, y nos muestra como los personajes a los que les afecta buscan siempre la esperanza.
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